domingo, 19 de noviembre de 2006

El embrujo inmortal de Tino Casal

El productor Julián Ruiz y el biógrafo Gerardo Quintana presentaron la antología discográfica, ante numerosos seguidores del cantante
Paredes (Siero),
 
J. B. Julián Ruiz, productor, conductor del programa «Plásticos y decibelios» y amigo de Tino Casal, abrió, ayer, el acto de presentación de la antología del cantante de Tudela Veguín: «Siempre digo que en España había tres grandes: Nino Bravo, el crooner; Miguel Ríos y Tino Casal, el rey del pop».
 
 Así lo definió como artista, también alabó su calidad humana. En el acto celebrado en Parque Principado estaban amigos de la infancia de Tino Casal, sus hermanas, Maritina y Conchita, y su primo, Víctor Casal. La sala, aunque pequeña, estaba a reventar. En la despedida se pudieron ver unas imágenes de DVD del músico de Tudela Veguín. De la visión de futuro de Tino Casal dio buena fe Julián Ruiz: «Era muy difícil ser Tino Casal en aquella época», puntualizó, mientras fue relatando sus viajes con el artista a Londres y cómo llegaron a grabar en el estudio número uno de los Abbey Road, el santuario de los «Beatles». Recordó también Julián Ruiz cómo se conocieron, en una época en la que algún avispado quería orientar la vida artística de Casal a festivales como el de Benidorm.
 
«Al principio, yo era reacio a producirlo, por la forma suya de vestir y todo lo demás; en cuanto nos conocimos en una comida ya vi que teníamos los gustos similares, como Bowie». Comenzaba así una carrera fulgurante para el cantante asturiano, que culminó incluso con la grabación de alguno de sus éxitos en versión inglesa: «Sus discos se siguen vendiendo ahora, estamos hablando de 26 años después y sigue siendo el gran Tino Casal», concluyó Julián Ruiz. Del mismo modo, recordó la historia de Tino Casal Gerardo Quintana, que también acudió al acto de presentación del disco en la FNAC, como único biógrafo del músico. Quintana publicará en breve el libro que reúne la vida y obra en más de 300 páginas. Con una frase, una reflexión contundente más bien, desveló su admiración por el cantante: «En esa época estaba a la altura de "Mecano", Tino se los comía a todos, fue el primero en todo».
 
 

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